El disparo documentado en la calle Arc del Teatre (1874)

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Acércate un momento: hoy nos adentramos en una calle que guarda más historia de la que deja ver.

La calle Arc del Teatre no es larga, pero durante años fue una frontera cotidiana dentro de la ciudad. Quien venía de la Rambla entraba en un ambiente más estrecho, más denso, donde se mezclaban marineros recién desembarcados, trabajadores del puerto, músicos que salían del Teatre Principal y personas que buscaban moverse sin demasiadas preguntas. Era una calle discreta, pero con un pulso intenso.

En 1874, un documento oficial dejó constancia de un suceso ocurrido en uno de los extremos de esta calle, en el punto donde entonces terminaba en un pequeño puente. La anotación era seca, sin detalles adicionales, pero suficiente para fijar la escena. Un hombre apodado Torrabolas disparó a Teodoro Durán. El registro no indicaba la hora, ni el motivo, ni el desenlace. Solo señalaba el lugar exacto donde ocurrió, dejando una huella inesperada de este tramo del barrio.

Años más tarde, aquel mismo entorno sería conocido por otra razón. En el número 6 abrió Madame Petit, el burdel más célebre de su tiempo, con vidrieras modernistas y un interior que contrastaba con la aspereza de la calle. Aunque el suceso de 1874 pertenece a una etapa anterior, encaja con la imagen que el Arc del Teatre mantuvo durante décadas: un lugar donde la vida urbana se mezclaba sin filtros y donde no era raro que algún episodio terminara en los papeles oficiales.

Hoy el edificio de Madame Petit ya no existe, pero la calle sigue ahí, reconocible en su estrechez. Y esa nota de 1874, tan breve como precisa, nos recuerda que este pequeño tramo tiene más memoria de la que aparenta. Un disparo registrado en un documento bastó para que el Arc del Teatre quedara escrito en la historia de la ciudad.