El alma tras el cristal.

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Barcelona, la ciudad de la luz y el reflejo, esconde un secreto cristalino que te hará pensarlo dos veces antes de mirarte en un espejo antiguo. En el corazón del Gótico, existe una calle cuyo nombre lo dice todo: Carrer del Vidre (Calle del Vidrio).

 Aquí, donde nacían los reflejos, nació una leyenda aterradora.

En la Edad Media, un espejo no era un objeto común; era un artículo de lujo, raro y envuelto en una poderosa superstición, a veces un portal hacia el terror.

 Los artesanos de la Calle del Vidre eran los únicos capaces de crearlos, y con su arte, crearon un miedo profundo.

La leyenda que cae sobre esta calle es la de un Espejo Maldito. No se sabe si fue un encargo para un ritual oscuro o si fue un accidente de la fabricación, pero se dice que un espejo específico de esta calle no reflejaba la imagen, sino que capturaba el alma de quien se miraba en él.

Se rumoreaba que el espejo había sido "cargado" o "consagrado" con la intención de atrapar la esencia vital de sus usuarios, quizás como parte de un antiguo ritual de magia negra para asegurar la belleza o juventud de un comprador malvado.

Los vecinos decían en voz baja que las almas atrapadas no encontraban la paz. Se quedaban confinadas en el cristal, y si te acercabas demasiado, podías ver un destello de una figura atrapada o, peor aún, sentir una mano fría tocarte desde el otro lado del reflejo.

Este misterio es riguroso en su folclore: en la época, la creencia de que los espejos eran portales era muy real. Los espejeros de la calle lo sabían. ¿Fue la superstición popular la que inventó la historia, o la historia popular la que se basó en un objeto real?

Hoy, la calle sigue allí, pero el espejo original ha desaparecido, dejando solo la pregunta: ¿Se desvaneció el espejo con el tiempo, o alguien lo tiene todavía, guardando un terrible secreto de almas de Barcelona?

El enigma del espejo sigue esperando un reflejo...

¿Tienes alguna teoría sobre qué manos pudieron haber robado o destruido este artefacto?

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