¡Otra vez los duendes!

Hola! 👋 

En la Calle Agullers de Barcelona tenemos un curioso caso de fantasmas en una vivienda. Concretamente en el número 11. La historia pasó en 1935, y la protagonista se llamaba Ana Escó. Junto a sus hijos, vivía de alquiler en un pequeño y oscuro piso, como casi todos los de la época en esta calle. 

Un día, Ana les contó a sus vecinas que un ser de otro mundo les molestaba a ella y a sus cinco hijos, y cómo les estaba haciendo la vida imposible entre sombras que aparecían, y ruidos espantosos. Conforme pasaban las semanas, la situación era peor, y algunas gallinas que cuidaba en su casa, aparecieron descuartizadas, mientras los ruidos y apariciones seguían ocurriendo. La familia estaba muy asustada, e incluso en una de esas noches avisaron a la policía, que permaneciendo en casa de los Tobeña por unas horas, no vió nada extraño. 

En cuanto se fueron, los fenómenos comenzaron con mayor virulencia. Durante semanas, los ruidos, golpes y espantosos alaridos asustaron tanto a Ana y su familia que abandonaron el inmueble, e incluso el barrio. Poco tiempo después, los propietarios del piso lo arreglaron bien y lo alquilaron mucho más caro. 

Y una de dos, o les daba igual alquilarlo con fantasmas, o el acoso inmobiliario ya estaba de moda en aquello años. 

Para la posteridad quedó este artículo del diario madrileño Mundo Gráfico, como muestran estas imágenes del mismo, fechadas el 17 de Julio de 1935.

Triste final para una curiosa historia. Y tú, ¿qué crees que puedo pasar?