Una fortuna nacida del silencio.

Barcelona, la Ciudad Coronada,

Hola! 馃懟

Hoy te traigo una de esas historias m铆nimas, casi invisibles, que se esconden en las grietas del G貌tic. Una an茅cdota popular, medio leyenda y medio memoria de oficio, vinculada a uno de los rincones m谩s discretos de la ciudad: el carrer de la Llebre.

Esta callejuela, que va desde la placeta del Pi hasta el carrer dels Cecs de la Boqueria, es uno de los tramos m谩s cortos de Barcelona, y su nombre —como ocurre tantas veces en Ciutat Vella— se ha perdido en un pasado que nadie logra explicar con certeza.

Pero la tradici贸n oral conserv贸 otro relato, mucho m谩s singular, que acabar铆a dando fama al lugar: la historia del barber mut (mudo).

Seg煤n la voz popular, este peque帽o callej贸n lleg贸 a pertenecer entero a un solo hombre: un barbero que, cuando lleg贸 a Barcelona, no ten铆a nada. “Pelat com una rata”, dec铆an. Y adem谩s, para mayor excentricidad, era mudo.

Su maestro, pragm谩tico y algo cruel, lo despreciaba: estaba convencido de que nunca triunfar铆a.

Para ser barbero —murmuraba entre dientes— hac铆a falta charlar, entretener, llenar el aire de palabras para que los barceloneses se sintieran c贸modos mientras les arreglaban la barba. ¿Qu茅 futuro pod铆a tener un barbero incapaz de hablar?

Aun as铆, el joven se qued贸. La parroquia del barrio, m谩s cansada de los barberos charlatanes que del exceso de conversaci贸n, empez贸 a preferir al aprendiz mudo, que trabajaba con precisi贸n y sin molestar. 

Y lo mismo le ocurri贸 a buena parte del vecindario: su silencio, lejos de ser un defecto, se volvi贸 su mejor virtud.

Para mostrarle simpat铆a, muchas personas le daban propinas. Con ellas, el joven consigui贸 plantar su primera barber铆a. Y pronto, dicen, fue considerada la primera barber铆a importante de Barcelona.

Le fue tan bien que, con el tiempo, lleg贸 a comprar todas las casas que hab铆an en el carrer de la Llebre. Un callej贸n entero propiedad del barbero que un d铆a nadie crey贸 capaz de prosperar.

Los propios barberos recogieron la lecci贸n en un refr谩n que Amades dej贸 anotado:

 “Sastre honrat, sabater net i barber mut mai no s’ha conegut.”

Una forma ir贸nica de admitir que, en su oficio, hablar demasiado nunca fue garant铆a de nada.

A veces, los rincones m谩s diminutos guardan historias que contradicen la l贸gica del mundo: un callej贸n min煤sculo, un barbero sin voz, una fortuna surgida del silencio. 馃か


¿Conoc铆as esta versi贸n popular sobre el carrer de la Llebre? Te leo 馃憞馃懟



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