La calle Estruc de Barcelona: Magia y misterio en la Ciudad Condal.

La calle Estruc de Barcelona es una calle muy peculiar. De echo, tiene un "detalle" que la hace única en Barcelona y probablemente habrán pocas como ella en Catalunya, España y no sé si en Europa habrán muchas así.

Se tiene constancia de la existencia de esta calle desde principios del siglo XV. Aquí tenía una tienda un mago que hacía pócimas y hechizos. Pero su distinción era que vendía la "pedra escurçonera", que según se decía, era poseedora de virtudes contra la rabia. 

Era una piedra muy apreciada por médicos y curanderos por sus mágicas propiedades.
Al entrar a esta calle, vemos los números de las viviendas con una suerte de nombres en hebreo y símbolos extraños. Son los sortilegios que se hicieron para dotar a toda la calle de buena suerte. 

Pero... ¿Realmente es una calle con buena suerte, o todo lo contrario? 

Te contaré un par de cosas sobre ella.

El nombre de Estruc parece ser una derivación del nombre del mago que te comentaba al principio, Astruc y que podía tener origen judio; pero también se dice que el nombre viene de algo siniestro.

 Podría ser una derivación de Estruch. Este nombre pertenece a un Conde de Llers, localidad de Girona, donde a principios del siglo XIII recibió un castillo como regalo por su ayuda en la batalla de las Navas de Tolosa.
Las crónicas hablan de su bravura luchando a favor de los cristianos. Tal es así, que llegó a los oídos del rey Pedro II de Aragón, regalándole este el condado antes mencionado de Llers. En ese castillo de casó, y dicen las crónicas que su mujer murió al poco tiempo por una extraña enfermedad.

En Llers había una tradición bastante extendida de brujería y el nuevo Conde de Llers, en cuanto se dio cuenta de esto, las culpó de la muerte de su mujer, y comenzó una persecución brutal contra estas. Torturas, juicios injustos y muertes atroces fueron, desde su llegada, lo habitual.
La mujer que caía bajo su sombra acusada de brujería, tenía las horas o los días contados. Pero cierto día, dio con la horma de su zapato y, presenciando una quema de mujeres acusadas de ser brujas, una de ellas le maldijo.

El Conde de Llers murió a los pocos días, y tiempo más tarde, regresó de su tumba víctima de la maldición. Regresó convertido en vampiro, condenado por siempre a no encontrar descanso. Hasta que siglos más tarde, un judío lo reconoció como vampiro, y con otro conjuro lo mandó de nuevo a la tumba, esta vez convertido ya en cadáver por los tiempos de los tiempos.

 ¿Y qué tiene que ver esto con la calle de Barcelona? Te lo cuento: 

Parece ser que, una vez ya muerto, la aterrorizada poblacion la tomó con su familia, quien bajo amenaza de ser linchada, acabó en esta calle, donde tenía una propiedad ya desaparecida. Y de ahí vendría el nombre de la misma. Una derivación de Estruch. 

Pero aquí no acaba la historia de esta calle:

A principios del siglo pasado, en el número  30, ocurrió un crimen salvaje.
Aquí vivía un joven matrimonio con su niña de dos años. Iniciaron una vida con ilusión en su piso con su hija, pero el dinero no le llegaba para todos los gastos, así que decidieron alquilar una habitación.
Se la alquilaron a un joven a quien se le conocía en el barrio por "El Cigarrito". Al principio todo iba bien, pero pronto dejó de pagar el alquiler.

 Le reclamaban el pago y el iba dando largas, hasta que un día la discusión subió de tono y perdiendo los nervios el moroso cogió un hacha y la emprendió a hachazos con el matrimonio. Los mató y luego fue a por la pequeña de dos años y también la asesinó, metiendo su cuerpo en un baúl. Acto seguido él mismo se dio un hachazo en la cabeza, muriendo al poco tiempo.

 Así lo relatan las crónicas del momento.

Primero de todo, gracias por llegar hasta aquí, y segundo dime, ¿te parece que el conjuro funcionó en esta calle?

¡Te leo!

Muchas gracias de nuevo y si te ha parecido interesante, compártelo. 😘