El falso inventor.


La calle Guillem de Barcelona recibe su nombre de un peculiar personaje.

¿Me acompañas por esta increíble historia?

Vamos! 

La calle en cuestión, hace referencia a un tal "Guillem". ¿Pero quien era Guillem?

Te lo anticipo ya. Era un timador. O un caradura, o tal vez después de conocer su historia, le definirías de otra manera. 

Tú decides. 

Guillem, de nombre Felipe, era sevillano y nació en 1492. Se echó de muy joven a la mar y poco a poco aprendió el oficio de marinero. 

Fruto de estos viajes , inventó una especie de astrolabio más ligero  y que según promocionaba, era más exacto que sus prececesores. 

Así que se  presentó  ante el Rey de Portugal como un importante matemático y marinero de Castilla que había inventado, según sus propias palabras: 

"Un círculo graduado con una aguja pequeña y tres hilos, por medio del cual, observando el sol a iguales alturas antes y después del mediodía, y hallando la línea meridiana, daba a conocer la variación de la aguja, y suponiéndola regular, deducía por ella la longitud" 

El Rey quedó maravillado con este invento y promocionó a Guillem, cubriéndolo de riquezas y honores. Pero resulta que ni Guillem era matemático ni nada que se le pareciera. 

Era un simple marinero que buscaba salir de la pobreza y tener una vida de lujo. Y para esto, no dudó en engañar al mismísimo Rey de Portugal.  Su aparato no medía bien las coordenadas ni era de ningún modo, exacto. 

Como las embarcaciones no llegaban a su destino, el Rey consultó a un reputado matemático portugués que vio que era un engaño. 

Guillem, al enterarse de esto, huyó hacia el norte de la península, siendo apresado llegando a Galicia. El Rey le perdonó la vida,  pero le condenó de por vida a galeras, con lo que el resto de su existencia, fue probablemente, un suplicio.

Increíble, ¿verdad?


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