La astucia venció al Diablo

➡️En la iglesia de Santa Maria del Pi en Barcelona (foto), tenemos una curiosa leyenda... 

Antiguamente el hecho de levantar una construcción tan alta era complicado; igual que ahora, se debía contar con muchos factores a tener en cuenta para que aguantarse e CV me. CCn pie, pero se tenía muchos menos medios.

Hubo un maestro de obras que se dedicó en cuerpo y alma a levantar esta iglesia, pero la torre no aguantaba por su altura, y una y otra vez caía o surgían impedimentos para poder acabarla.

Así que ni corto ni perezoso, hizo un pacto con el Diablo, que le prestó su ayuda a cambio de que cuando llegase la construcción de la         ncv.  t g bb bb. o. rre al escalón número 100, éste le daría su alma. El maestro aceptó sin dudar. 

Firman un contrato y comienzan de nuevo las obras. El maestro, asombrado, ve como ahora sí, la torre sube y sube, y la construyen sin problemas y en un tiempo récord. Los peldaños empezaban a subir... 1,2,3... y así se iba acercando al fatídico peldaño número 100, donde debería entregar su alma. 

Pero se le ocurrió una magnífica idea...

Al llegar al escalón 99, paró la construcción de la torre y ordenó que siguieran levantando la iglesia por otro lado. 
Así, el maestro murió de viejo sin tener que darle su alma al Diablo.

El nuevo maestro de obras, sin la carga del pacto con el diablo, pudo acabar el escalón número 100 y acabar, por fin, la construcción de esta iglesia. 
El Diablo, enfurecido por semejante burla, marcó con su pata el escalón número 100, dejando constancia de que era suyo.

Y se dice que hasta el siglo XIX se podía ver la marca del demonio, y que el rector de la iglesia, harto de que la gente sólo subiera a la torre para ver la marca, ordenó borrar la diabólica huella, por lo que no ha llegado hasta nuestros días... 


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