El fantasma de la Virreina

➡️Situado en plena Rambla de Barcelona, el Palau de la Virreina (del siglo XVIII) fue mandado construir por Manuel de Amat, que hizo fortuna en Perú siendo nombrado Virrey de ese país. Mandó construir el palacio como regalo para su joven esposa Maria Francesca Fiveller i Bruc.

Se da la circunstancia de que Maria estaba enamorada del sobrino del Virrey, con el que mantenía una relación y se iban a casar. Llegado el día de la boda, el novio de Maria (y sobrino del Virrey) no se presentó ante el altar y la dejó plantada. Nadie se lo podía creer.

 Maria estaba consternada, casi trastornada por ese agravio. 

¡El hombre al que amaba la dejaba tirada y humillada en ese día! El Virrey le dijo a Maria que ese día se casaba sí o sí, así que le pidió matrimonio, y quien sabe si por el disgusto y la consternación, Maria accedió.

Se casaba, sí. Pero con un hombre que le sacaba más de 40 años y al que no amaba, aunque le tenía cariño.

El Virrey murió 3 años después, heredando ella los títulos y las posesiones, pero jamás fue la misma persona que justo el día antes de su fatídica boda. Su vida fue muy triste, y el día 3 de octubre de 1791, estando en misa, Francesca se desmayó entre convulsiones. La trasladaron a casa de sus padres, donde acabó muriendo. Poco antes de fallecer pidió que se dijeran 3.000 misas por su alma.

Por cierto, igual no fueron suficientes misas, porque no pocas personas dicen haberse cruzado con su fantasma en ese edificio barcelonés...