El falso brujo de Barcelona

➡️ En la calle Gignàs (foto) en el barri Gòtic de Barcelona, vivía un viejo farmacéutico al que le gustaba ir a ver el trasiego que llevaban los bastaixos de la ciudad. 

Cuando veía a alguno de ellos muy cansado, se le acercaba y le susurraba: "Si leyeras un libro que tengo en casa, no tendrías que trabajar tan duro para vivir".

Dijo esta frase a tantos bastaixos, que corrió el rumor de que el viejo era un brujo, y que tenía un libro de sortilegios que decía cómo ser rico y encontrar tesoros.

Una noche, frente a su casa, paró un carruaje negro, con cuatro caballos, también negros. De ahí bajaron dos personas todas vestidas de negro. Llamaron a la casa del viejo y le hicieron bajar. Le preguntaron por su nombre y al contestar que era él, lo subieron al carruaje por la fuerza y lo llevaron al tribunal de la Inquisición, que estaba en la calle dels Comtes.

Allí lo torturaron y lo metieron en una oscura celda durante meses, hasta que volvieron a interrogarle. Entre torturas juraba que él no tenía ningún libro de conjuros; pero sí tenía una libreta escrita por él, que era a lo que se refería cuando hablaba con los bastaixos.

Cuando los inquisidores regresaron a su casa y encontraron la libreta, esta sólo contenía la frase: "si vols viure sense treballar, vés a pelegrinar" (si quieres vivir sin trabajar, ve a peregrinar").

Entendieron entonces que el viejo no era representaba ningún peligro tal y como ellos lo entendían, así que lo dejaron libre, aunque la fama de brujo no se la pudo quitar nunca del vecindario...


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